En agosto de 2003 surgió simultáneamente en varios colegas la necesidad de crear un espacio para unir y reunir a los diseñadores gráficos. Hubo un primer encuentro en el cual nos conocimos y en donde compartimos diagnósticos, expectativas y proyectos.

Fue el punto de partida de todo cuanto vino después. Los integrantes de aquella reunión fueron: Irene Fernández, Sergio Braguinsky Carrera (elsebra), Miguel Catopodis, Mariano Núñez, Javier Bernardo y Paula Fortunato.

Se palpaba mucha energía en aquellos tiempos. Gente con intereses similares comenzó a contactarse. Pasó algo que no sucedía desde hacía tiempo: un grupo de diseñadores gráficos se reunía para charlar sobre su profesión, sobre cómo protegerla, cómo jerarquizarla.

Luego de varios encuentros, por propuesta de Fabián Carreras, decidimos adoptar el nombre UDG. La convocatoria era abierta, hecha mayormente en la Lista_DG (hoy, Comunidad-DG). Teníamos mucho por hacer y se hizo evidente que debíamos dividir las tareas. Por eso creamos grupos de trabajo: Prensa, Eventos, Relaciones institucionales, Web, Moderación de la lista de correo, etc.

Organizamos un concurso abierto para definir nuestra marca cuyos curadores fueron Javier Bernardo y Soledad Fontana. Ganó la propuesta de Maximiliano Bayón.

En aquellos momentos se aspiraba a la creación de una asociación nacional (UDGA, con la A de Argentina), pero luego reconocimos que sólo podíamos concentrar nuestras energías en lo que ocurría en Bs.As. apostando a la construcción de una red de alcance regional que agrupara, entre otras, a las asociaciones que se formaban tomando como modelo a la entonces UDGA.

Entre tanto, se generaban espacios nuevos. Se crearon la Lista de Estudiantes-DG, la Lista Gestión (espacio utilizado para tratar los temas que quedaban pendientes en las asambleas) y ReDG (luego, Red-DG), una idea propuesta por Miguel Catopodis para aunar a las distintas e incipientes agrupaciones de la región.

Nunca perdimos de vista la idea original: armar una asociación profesional, por lo que empezamos a gestar nuestro Estatuto. Se hicieron averiguaciones, consultas a profesionales, se consiguieron estatutos modelo y se realizaron extensas jornadas de debate para definir aquel documento fundacional.

Entretanto, la UDGA empezaba a hacerse de un nombre, de cierto prestigio. El grupo de Prensa consigue canjes con imprentas para que podamos llevar el proyecto al papel. La revista CRANN (La Plata) nos invita a participar de su revista con un pliego. Lo hicimos. Creamos una nueva Biblioteca de Diseño (hoy alojada en la Fundación Gutenberg) gracias a generosas donaciones de colegas.

Nuestra organización, participación, auspicio, adhesión y difusión de eventos ha sido una constante que continúa hasta el día de hoy, a partir de una red de contactos con instituciones y colegas de todo el país.

Todo a pulmón y con suertes cambiantes, pero con mucho empuje. La lista Debate, hoy Comunidad-DG, mantenía un promedio de 500 integrantes argentinos y de todo el mundo. Hoy, son cerca de 750 los miembros mientras que la lista de Estudiantes cuenta con alrededor de 250. Las listas eran un canal inédito de intercambio entre diseñadores y estudiantes. Es decir, antes no existían.

En las asambleas de enero y febrero de 2005 se empieza a charlar seriamente sobre la necesidad de reestructuración y reordenamiento del proyecto. En marzo se votan las primeras decisiones y en abril Javier Bernardo y elsebra presentan un plan de acción integral que incluía, entre otras cosas, el cambio de nombre de las listas de correo: Comunidad-DG y Estudiantes-Comunidad-DG.

Se vota y se aprueba dicho plan, que se pone efectivamente en práctica cuando publicamos nuestro nuevo sitio web: www.udgba.org.ar. A partir de esta decisión, seguimos cimentando nuestro trabajo participando como coorganizadores de concursos de diseño para entidades sin fines de lucro, auspiciando numerosos eventos relacionados con el mundo del diseño gráfico y continuando con la edición de un newsletter mensual para el que se desarrollan contenidos específicos y que llega periódicamente a más de 5.600 colegas.

Un poco antes, en febrero, se acordó circunscribir el proyecto al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires en lugar de pretender un alcance nacional. Por este motivo se cambió la denominación UDGA por UDGBA, Unión de Diseñadores Gráficos de Buenos Aires. No osbtante, el proyecto siguió vinculado a otras asociaciones argentinas y de la región (vale mencionar que algunas de ellas se conformaron siguiendo nuestro modelo, a través de una red). A su vez, se puso en marcha el proyecto red-dg, que generó vínculos inéditos entre agrupaciones de Diseño de distintos puntos del país.

Entretanto, se empieza a hacer sentir la necesidad de comenzar a tramitar la personería jurídica. Ésta es vital para llegar a acuerdos formales con entidades estatales y/o privadas. Durante todo 2007 nuestras energías se enfocan hacia ese objetivo y empazamos a pensar maneras de financiar los costos de la gestión de ese trámite (entre las cuales se encuentra la actual campaña de donaciones).

Entretanto, el 2 de agosto de 2008, en el Auditorio de la Fundación Gutenberg, Ciudad de Buenos Aires, organizamos el ‘Primer Encuentro de Agrupaciones de Diseño Gráfico y Comunicación Visual’, un hecho histórico de características inéditas entre las agrupaciones del sector.

Más allá de lo breve y resumido de este relato, para terminar quisiéramos destacar que este proyecto es fruto de la constancia y del trabajo voluntario de un grupo formado en su base por alrededor de 15 personas. Grupo que con el tiempo fue variando su composición original, sumando nuevas visiones y reformulando otras. Personas que ofrecen tiempo de sus vidas a este emprendimiento.

Personas que ofrecen ideas. Gente que discute, a veces enérgicamente, que reflexiona y que aspira al crecimiento del Diseño Gráfico.

Es nuestro deseo seguir trabajando, pensando, convocando, abriendo puertas y aportando un grano de arena para que nuestra profesión tenga lo que merece: una asociación de profesionales conscientes de que forman parte de un grupo con intereses, necesidades e inquietudes comunes.