Soy…
Diego Giaccone. Diseñador. La palabra «gráfico» creo que ya quedó un poco desactualizada. Y CEO o Presidente es muy fría, mejor Founder & Director de Sure Brandesign y listo. Mi agencia acaba de cumplir 10 años y a veces no lo puedo creer la cantidad de proyectos que hemos hecho para las primeras marcas y de los que puedo estar orgulloso.

¿Cuál fue tu primer acercamiento al diseño gráfico?
Mi primer acercamiento fueron mis iniciales DG, je.
Me gustaba dibujar letras. Hacía revistas cuando tenía 10 años. Revistas de deportes, de personajes, historietas, y diseñaba los avisos. Avisos para marcas que admiraba y que después de 15 años pude trabajar comercialmente con esas empresas.
Y ya venía ganando concursos de dibujo en mi infancia, todos sabíamos que la cosa venía por ahí, pero al ser una carrera tan nueva (soy la tercera camada de egresados) no sabía que futuro me deparaba.
Y me vine a estudiar a la inmensidad de la UBA, desde una ciudad de 40.000 habitantes como Casilda (Santa Fe).

¿Cómo llegaste al lugar donde estás actualmente?
La verdad que con mucho sacrificio y decisión. Pero fundamentalmente de tener claro el objetivo, de dar siempre más para poder triunfar. Siempre dí mas de lo que me pedían. Siempre pensé y actué como dueño, aunque lo fui recién a los 35 años. Y siempre pensé en mi carrera, en cambiar de trabajo para aprender cosas que me faltaban y no sólo por el sueldo. Y así fui aprendiendo desde adentro de una empresa, desde un estudio con grandes marcas y desde una consultora de branding. Pasar de diseñar golosinas, a diseñar vinos y consumo masivo. Y estar en el lugar indicado en el momento que el branding ingresó a Argentina y Latinoamérica, fueron momentos clave para mi carrera.

¿Cómo es tu día de trabajo habitual?
Llevo a los chicos al colegio, voy al gym y me voy a la office. Como tengo unos 40 minutos de viaje voy en el auto pensando ideas junto a Spotify.
Llego, saludo al team con un beso, les pregunto cómo andan y voy a ver los emails de la mañana. Y empiezo a abordar distintos temas que hacen a la salud del estudio. Pero siempre van variando las actividades. Me junto con mi administrativa, con mi coordinadora y directora de cuentas y con el equipo de diseñadores. Puedo ir a reuniones creativas, hablar por teléfono con un cliente o diseñar. Pero sin un método, todo es muy dinámico y se va armando en la semana según las reuniones y presentaciones. Me encanta estar en el proceso de brief creativo, y dispararle al equipo posibles caminos o soluciones.

¿Qué limitaciones encontrás a la hora de diseñar?
Una vez, ante mis conflictos de crecimiento y de pasar de ser un diseñador a tener estudio propio, Guille Brea me dijo que diseñar no es solamente estar arrastrando el mouse, sino que podés estar diseñando en 4 máquinas a la vez. Esa es la mayor limitación que tenemos los diseñadores, que nos preparamos para ser arrastradores oficiales de mouse y no para generar un negocio. Aún me siguen preguntando si sigo diseñando. Siempre estoy pensando ideas y diseñando, sólo que a veces lo hago viajando, a veces yendo al supermercado a ver oportunidades en la góndola, a veces en reuniones creativas y a veces con el mouse.
Otra limitación es pensar que vamos a crecer más si somos rápidos con los números o buenos vendiendo. Y en realidad el crecimiento va a venir de tu talento y el diferencial creativo que tenga tu empresa.

Autopregunta (el entrevistado se hace una pregunta y la responde)
Después de tantos años de diseño, ¿cómo te motivás y cómo hacés para no quemarte?
(Piensa…) Difícil pregunta me hice. Bueno, son varios puntos que voy a tratar de contar desordenadamente. Cuando fundás un estudio, el primer y más difícil desafío es llegar al quinto año con vida. Y después el tema es cómo diferenciarte. Si te «profesionalizaste» perdiste frescura; si incorporaste socios tenés que hacer crecer la facturación; si abriste oficinas afuera tenés que viajar más… Y esos puntos son los que te traen stress y hacen que no estés tranquilo para pensar ideas nuevas sin que la presión por facturar más te acose.
Hace varios años que trato de ganar calidad de vida cada día y trato de disfrutar los proyectos y los clientes. No funciono si no tengo sintonía con un cliente, por más grande que sea. Y no funciono si el equipo está a disgusto o si estamos haciendo diseños en forma mecánica. Y por ahí «crecés más lento», pero más consistente y haciendo valorar tu marca.

¿Qué considerás que debería hacer una asociación profesional de diseñadores gráficos? ¿Qué te gustaría que hiciera por vos?
En realidad, los diseñadores deberíamos hacer más cosas juntos para hacer valorar la profesión por el bien de todos. Siento una baja notoria de la valoración del diseño en las empresas. Y eso es por culpa nuestra, ya que aún pensamos que nuestro crecimiento va a depender en sacarle el cliente al otro, por precio o concursando gratis.
Hemos hecho reuniones, pero no prosperaron, hablábamos del nombre o del logo, en vez del negocio. Y no se trata de ponerse de acuerdo con el precio, porque el precio debe acompañar la calidad y todos somos distintos. Pero hay reglas básicas de convivencia profesional que se deberían cumplir.
Para mí, el objetivo principal de una asociación es generar conciencia en las empresas del valor del diseño en el posicionamiento de sus marcas.