Discutamos el trabajo especulativo

Por Jonathan Taibo
Ilustración de Emiliano Raspante

Desde los primeros pasos que fui dando en mi investigación sobre spec work, en el ámbito del diseño de comunicación visual, me vengo encontrando con muy diferentes posturas, puntos de vista y reflexiones sobre el tema: positivas y negativas, a favor y en contra. Definir puede ser una acción controvertida, así que quizás es la forma indicada de comenzar este artículo.

A qué llamamos spec work
Se entiende por trabajo especulativo, en palabras de MacAvery Kane, a todo proyecto de diseño llevado a cabo sin compensación, con la esperanza de ser recompensado en el futuro por la especulación del cliente. Es decir, si de pronto se está desarrollando un trabajo para un comitente, por el que aún no se ha recibido ningún tipo de retribución ni se tiene algún acuerdo previo en este sentido (como un contrato, por ejemplo), pero se espera que así sea… eso es spec work. Es importante este último aspecto porque no es que el trabajo que hacemos sin cobrar dinero en efectivo, pro bono o ad honorem, sea necesariamente trabajo especulativo. Hablamos de esta forma de precarización laboral cuando el diseñador ya comenzó a trabajar en un proyecto y está esperando una retribución a cambio con cierta incertidumbre.

Hasta este momento es relativamente sencillo hacer el ejercicio de identificarlo. Ahora bien, un poco más complejo es cuando tenemos una situación en donde no es tan clara la relación diseñador-comitente. Por ejemplo, una empresa o estudio está buscando nuevo personal para su equipo de diseño. Luego de enviar currículum, a los solicitantes preseleccionados se les pide una prueba. Esto significa: se les envía una tarea que tienen que resolver para la organización y así continuar teniendo esa “chance” de entrar a trabajar en la empresa. Bien, esto también es trabajo especulativo, puesto que se está pidiendo un encargo real con la promesa de un posible cupo laboral (pero que es incierto).

De esta forma, este tipo de situaciones afecta tanto a los diseñadores como al resto de profesionales que trabajan en tales empresas, a las relaciones laborales y a la construcción del campo disciplinar e interdisciplinar del diseño.

Un código de ética con raíces nacionales
La Red Federal de Diseño y Comunicación Visual de la República Argentina lanzó en el año 2020 su primer código de ética. Este hito ha significado un gran avance porque se trata de un documento que sienta precedente a la hora de definir qué acciones o comportamientos atentan contra el ejercicio de la profesión del diseño de comunicación visual. Además, colabora arrojando luz sobre temáticas controvertidas porque nos obliga a ponerlas en discusión, llegar a un punto de común acuerdo y expresarlas de forma escrita. Así, una vez plasmadas es mucho más fácil identificarlas, tomar conciencia de ellas y educar.

Por otro lado, es importante decir que los códigos de ética existen desde hace muchos años. La novedad para Argentina es que diferentes asociaciones (incluso de diversas formas jurídicas) de distintas regiones del país han unido fuerzas en este sentido y esto lo convierte en un fenómeno con gran potencial. El texto de base surgió desde la propia experiencia profesional de los diseñadores y de la praxis en el territorio.

La UDGBA participó en la redacción inicial y adhiere a este código que, entre otros tantos aspectos, se declara abiertamente en contra de los concursos especulativos. En su segundo apartado, titulado Responsabilidad en el ejercicio profesional del diseño, expresa: “no participar de concursos especulativos con fines comerciales que tengan un producto como resultado, tendientes a hacer competir en forma gratuita a los profesionales para evitar la contratación adecuada de los mismos”. En caso de que aún queden algunas dudas al respecto, podemos avanzar de forma un poco más concreta.

Cómo evaluar si un concurso de diseño es spec work
La agrupación NO!SPEC propone someter a prueba el certamen sobre tres cuestiones principales:
● Si se pagará al ganador de la competencia un monto equitativo al de contratar a un profesional por realizar el mismo tipo de trabajo.
● Si se negociará una compensación adecuada por los derechos de uso acorde a la experiencia profesional (habilidades/currículum) del diseñador.
● Si se devolverán tanto los archivos como los derechos de uso de todos los trabajos enviados al certamen (especialmente si no resultan ganadores).

En el mes de noviembre del año 2021, la Universidad Nacional de La Matanza publicó en su Revista de Investigación del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales el artículo donde desarrollamos el estudio de caso de la convocatoria “Talent Hunt”, organizada por una reconocida empresa argentina de carteras de lujo. Para quienes sientan curiosidad o deseen hacer una lectura en profundidad del tema, se trata de un análisis teórico-práctico detallado.

Ahora bien, más allá de los tres aspectos ya mencionados, cabe aclarar que cualquier tipo de concurso con formato crowdsourcing (o de externalización de tareas) que espere que los diseñadores trabajen de forma gratuita fomenta la infravaloración de la disciplina del diseño. Esto es así porque se desvirtúan los honorarios profesionales pensados y elaborados a medida de cada proyecto y, por otro lado, porque se trabaja sin considerar la importancia de la metodología proyectual, el proceso y la interacción con el comitente.

Frente a este panorama cabe recordar que, ante la necesidad de contratación de servicios por parte de las empresas, se debe hacer un llamado o convocatoria a selección de personal (diseñadores) y no una convocatoria de recepción de propuestas/trabajos. Diferentes asociaciones ya están implementando documentos de buenas prácticas en los cuales se explicita que la herramienta idónea para esta tarea es el portfolio. Y aquí una última cuestión: se preguntarán cómo construir un portfolio de trabajos reales, sin caer en prácticas de trabajo especulativo. Algunas respuestas pueden ser (sobre todo para diseñadores nóveles): buscar organizaciones no gubernamentales o sin fines de lucro con las cuales colaborar; sumarse a emprendimientos sociales o de allegados siendo conscientes de la situación o incluso dándole forma a sus propios proyectos. Después de todo somos principalmente estrategas y, como tales, estamos capacitados para buscar soluciones donde el respeto hacia nuestros pares y hacia nosotros mismos se encuentre en primer lugar.

Para más información y continuar discutiendo sobre este tema: https://jonathantaibo.com/investigacion/spec-work/

Jonathan Alexis Taibo
Máster en Comunicación y Cultura por la Universidad de Sevilla, España. Licenciado en Diseño de Comunicación Visual por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Colaboró con la Secretaría Técnica de la Red DiSUR durante los años 2016 y 2017, formando parte, además, del equipo organizador del Tercer Congreso Latinoamericano de Diseño (Rosario, Argentina) y del equipo de contenidos web de la cuarta edición del mismo evento académico (Mendoza, Argentina). Desde el año 2020, es asistente honorario en el departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Se desempeña como profesional independiente desde el año 2015 en Argentina y actualmente, en España.

Emiliano Raspante
Emiliano Raspante es diseñador graduado en FADU – UBA y docente en la misma casa de estudios. Publicó sus trabajos en Caras y Caretas, Konex, Lafarium (Arandojo), 50 Quadernos (Fantoni), Universidad Do Papel y otros sitios especializados. Fue co-autor con Marcelo Mosqueira de “Somnolencia”, un libro sobre camas. Junto a Arandojo y Eddie Torres condujo “El Monoambiente”, un ciclo de entrevistas a ilustradores e historietistas (disponible en YouTube). Expuso su obra en su facultad y en centros culturales. Le gusta esta frase de Munari: “uno ve lo que sabe”.